El proceso neoliberal es el mismo en Brasil
y Argentina – Brasil trás um golpe parlamentário, Argentina después de elegir a
un rico empresário que hizo remesas ilegales de plata al exterior - la misma
practica de los que ahora legalizan a la plata ilegal argentina, siguiéndo lo
que se propuso em Brasil para los que utilizaron a paraísos fiscales para
esconder su dinero sucio, ganado en transaciones no explicadas ni declaradas a
los respectivos sectores de tributos. Los mismos que defienden la idea de penitenciárias
privadas, donde empresários ricos ganan dinero con la desgracia ajena, trás
donar plata a gobernadores de estados dónde se ubican estos presídios, también
són los que defienden que se privatize lo máximo posible, que se trabaje sin
derechos o cási sin derechos, que quieren que trabajemos toda la vida y que no
nos jubilemos o tengamos un ingreso rebajado al nos jubilarmos. En nombre del ‘equilíbrio
fiscal’ del país y crecimiento de la economía, proponen matar al caballo, o sea, al pueblo - que se lleva todo el peso del sistema productivo en sus hombros - de tanto trabajar para mayor
provecho de los ricos empresários, para quienes se gobierna. Los mismos que defienden a despidos, represión y desalojos arbitrários. Y, lógico, dicen que
eso es lo saludable en términos económicos y sociales. La pretensa salud del Estado y de las empresas
y sus capitalistas es más importante que la frágil salud de millones de
trabajadores y sus famílias. Trabajadores que no poseen más que su fuerza de
trabajo para obtener el pán, el techo, la ropa, remédios, escuela, etc. Todos
lo que el Estado hoy les dice que debe ser adquirido al empresário, dueño de servicios, indústrias y comércios y que cuenta con el dinero público para co-financiarlo. Es
un capitalismo de muletas, que sonega impuestos. El Estado para el empresário - el pueblo en último lugar (o en los presídios, donde unos se matan a los otros y, así, se
soluciona ese ‘problema’). Mientras tanto, los médios fútiles muestran a los de
arriba en fiestas y banquetes, disfrutando la vida en giras internacionales, como si la crisis de
que tanto se habla existiera, de hecho, sólo para los de abajo ...
El mundo sólo va a ser un lugar más justo cuándo el que participa en la producción tenga vez, también, en el justo reparto de lo que se genera con ese proceso y cuándo el centro de la sociedad sea el hombre común. Y dónde vivir con dignidad sea más importante, incluso, que producir y ganar plata.
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